La madrugada del 3 al 4 de julio de 2021 en Coomonte hubo fiesta. La Pandemia había aconsejado suspender oficialmente las fiestas de San Juan (que se llevan 3 décadas moviendo al primer fin de semana de julio). Sin embargo, tanto los bares como las peñas no iban a quedarse de brazos cruzados. Máxime cuando en el verano de 2021 ya parecía remitir la epidemia y cundían las ganas de música y de fiesta.
El Bar Rico, con el tradicional éxito que le caracteriza desde su reapertura organizó una fiesta con DJ’s que copó las expectativas de los más jóvenes. Para los veteranos (y no tan veteranos), en cambio, el plato fuerte estaba en el otro bar. Paco y Mari Jose regentaban por aquel entonces el Bar Ayuntamiento y nos propusieron organizar una velada especial. La música sería amenizada por los músicos locales. Que como ya hemos dicho alguna vez, no son pocos.
Se dispusieron sillas por toda la Plaza Mayor, para cumplir con los requisitos pandémicos y lograr una mayoría de asientos. Los músicos cenaron el bar, después de montar. En la cena, Paco nos deslumbró con su impresionante indumentaria económica a la par que llamativa.
La fiesta no comenzó muy tarde. Actuó la charanga Los Pepes, con una larga y completa tirada en la que se lo pasó bien todo el mundo y Manolo Suero, Javi y Víctor Rebordinos (entre otros) pudieron demostrar a su pueblo sus habilidades musicales. Los dulzaineros también tocaron piezas más folclóricas.
Una pequeña pausa dio paso a un peculiar tributo a King África, llegado directamente desde Tordesillas, con un aspecto ligeramente diferente pero una voz clavada al original.
A partir de este interludio, Los Pepes retoman su actuación con su música festivo-pachanguera para ir calentando el terreno al rock and roll que se atisba en el horizonte.
Cercana la media noche, Paco se puso al teclado de su piano digital, y equipado con micrófono nos ofreció una actuación en solitario donde no pudieron faltar éxitos como el tributo a los Dire Straits «Porque no se inglés».
Al momento de despedirse, a Paco se le unieron Ortiz y Aitor Ferrero con la guitarra eléctrica y la batería para intentar tocar La Senda del Tiempo, de los Celtas Cortos. De seguido, los dos últimos, con Aitor a la batería y a las voces, y Ortiz a la Red Scythe (guitarra eléctrica artesanal) son secundados por Alberto con el bajo para tocar Highway to Hell.
La versión coomontesa del famoso himno de AC/DC dio paso al plato fuerte de la noche: el grupo de rock Leviatán (Alberto, Héctor y Nacho) que por primera vez aparecía con su formación actual (dos de ellos de Coomonte) y que hizo temblar la plaza, ya que nadie se pudo quedar sentado y vimos a los viejos rockeros del pueblo botar, cuernos en mano, para cantar las más populares canciones del rock español. Todo ello, habiendo ensayado por separado y mezclado con temas más sofisticados como Hey Joe o Wish You Were Here.
Todo ello quedó inmortalizado por Lorenzo y por Ortiz, que sacaron fotos y vídeos de toda la velada. Fue un momento único, digno de vivir en nuestro pueblo, en el que todos los asistentes fueron conscientes que era posible que no se volviera a vivir. Por ello lo recordamos.
