Ayer en Benavente vivimos uno de los partidos más vibrantes, tensos y técnicos de lo que va de temporada en la mayor liga de aficionados de la provincia. El C.D. Coomonte se enfrentaba al C.D. Ciudad de Benavente, el más potente del campeonato hasta la pasada jornada.
El Ciudad de Benavente había ganado todos los partidos menos uno esta temporada. Sólo perdió con el también potente Venialbo, bien nutrido de jugadores de la capital provincial. El equipo benaventano, que cuenta con algunos de los jugadores con más físico de la Liga Caja Rural, era claro favorito para todos los entendidos en la comunidad deportiva que forma este modesto campeonato.
Sin embargo, un debutante C.D. Coomonte logró hacer su mejor partido de la temporada, logrando su consagración, junto a San Pedro de Ceque, como uno de los equipos revelación. Un empate a 2 con sabor a victoria que apuntala al Coomonte en mitad de tabla y supone un antes y un después.
Esta temporada el equipo coomontés ha tenido que hacer frente a todo tipo de contratiempos: un calendario adverso para un debutante, que enfrentó a varios de los equipos más fuertes en las primeras 5 jornadas; las lesiones de algunos jugadores; y los avatares típicos de la inexperiencia del primer año.
Los jugadores del Coomonte no se dejaron amilanar por nada y con una mentalidad competitiva como nunca vimos hasta ahora en la temporada, salieron al terreno de juego del estadio Alonso Pimentel convencidos de resistir. La sólida defensa de los centrales Cristian Rebordinos, Marcos Vara y Mario Esteban, sumado a buenas intervenciones del portero Adrián Casado, lograron que el equipo azulnegro mantuviera la portería a cero en el descanso, mientras que el siempre inteligente Alberto Ferrero metía el gol que adelantaba al Coomonte en el marcador.
En la segunda parte se empezó a notar la veteranía y el físico de los benaventanos, que remontaban un resultado adverso y gracias a un par de errores defensivos del Coomonte, fruto del cansancio y la tensión, situaban el marcador en 2-1. Pese a la entrada del mejor lateral de la liga, Juanma Rodríguez en el descanso, el equipo coomontés empezó a sufrir el asedio del Ciudad de Benavente, lo que hacía presagiar una severa derrota en la capital comarcal.
Todos los cambios dieron la talla, y la cosa llegó al punto de que señalan una falta en un lateral, pero lejos del área del Benavente. En la grada del Alonso Pimentel sólo se oye a la afición del Coomonte. Algún aficionado del Ciudad de Benavente comentó: «es buen momento si alguien quiere ir a robar a Coomonte, porque están todos aquí». En ese momento, Diego Velicias la saca para Alberto Ferrero, que centra y provoca el remate de Mario Esteban para empatar el partido.
Las lesiones de Mario, y de Unai Velicias, que acababa de entrar, hicieron temer lo peor para los visitantes. Sin embargo, el Coomonte se mantuvo firme, agotó los cambios y se exprimió físicamente. Llegando a entrar a jugar como defensa incluso el portero Javier Alijas, ante la escasa reserva de banquillo en ese momento.
Cumplidos los 90 minutos, se agotaba la paciencia en el banquillo visitante y en el local. Se hicieron eternos los minutos de añadido que el árbitro tuvo a bien disputar. El Benavente asediaba la portería de Coomonte cuando, en un contraataque de los visitantes, Adrián Rubio estuvo a punto de poner el 2-3, forzando un córner que dio al Coomonte el respiro definitivo. Poco después el árbitro pitaba el final, certificando el empate a 2. Un empate que deja al Coomonte en el lugar respetado que merece y al Ciudad de Benavente cuanto menos desconcertado.
Queda mucha temporada y sería temerario aventurar lo que va a ocurrir. Sin embargo, lo de ayer en Benavente es una carta de presentación magnífica para un equipo de 27 jugadores, en el que al menos 20 son o descienden de Coomonte, y casi todos los demás, de localidades vecinas. Un hito para nuestro municipio.
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